¿Paleo? ¿Y eso qué es? [ceja levantada]

Me encuentro con esa pregunta muy a menudo. Y si además menciono el Método Natural de entrenamiento, son las dos cejas las que se levantan… Hacía tiempo que tenía pendiente escribir una pequeña crónica sobre un evento al que asistí este mes de octubre, y aquí está. Pero antes de comenzar voy a dar una breve y simple explicación, por si esos conceptos te suenan a chino. Más adelante escribiré más extensamente sobre ello, así que si te interesa, ¡sígueme!

Paleodieta

Conocida comunmente también como Dieta Paleolítica o Nutrición Evolutiva. Se trata de una filosofía de alimentación y de vida muy simple: aliméntate como has evolucionado para hacerlo. Respecto a la alimentación: come de la forma más natural posible, como lo harían tus ancestros. Elimina todo lo refinado y procesado (azúcar, harina, cereales…); come mucha verdura, carne y pescado, y también semillas, fruta y frutos secos. Respecto a tu estilo de vida: come con hambre, respeta tus biorritmos en descanso y ejercicio, toma el Sol y, sobre todo, escucha a tu cuerpo. Y ya está. Luego puedes ampliarlo todo lo que quieras, pero la base es esa.

Método Natural

Se trata de un método de ejercicio físico cooperativo (no competitivo) creado por el francés Georges Hébert y también muy sencillo de definir: muévete como has evolucionado para hacerlo en un entorno natural. El punto en común con la Paleodieta está claro: respetar nuestra naturaleza evolutiva. El Método Natural se trata de una serie de movimientos muy completos y dinámicos que abordan todas las posibles circunstancias que podrías encontrar en un entorno natural (o en tu día a día). A saber: caminar, correr, saltar, gatear, trepar, equilibrarse, cargar, lanzar, nadar y defenderse. En apariencia simple, ¿verdad?

No voy a extenderme más en ello, puesto que existe infinidad de información al respecto en internet. Bueno, en realidad no tanta, o al menos no tanta como debería. Pero como ya he dicho, más adelante escribiré sobre estos temas que tanto tienen que ver con la simplicidad y vivir una vida sencilla.

 

Al lío: un fin de semana cavernícola

El fin de semana Paleo fue un evento de convivencia entre gente interesada por estos temas, organizado por Soy Manada, Robert Sánchez, David Lampón y Pau Oller. En seguida hablaré un poquito más de ellos; pero si aún no les conoces, ya estás tardando en devorar sus blogs o tweets. Me enteré del evento y raudo me apunté. Aunque me separaban más de 700km de Mas Duran (la casa rural de ensueño en la que se celebraba), tenía que estar allí. Por fin la oportunidad de compartir mis inquietudes cavernícolas con más gente, y encima con la presencia de nombres de nivel en esto de la paleoesfera.

día 1, viernes

Madrugón en Madrid. Un avión, un autobús y una hora de coche compartido después, llegamos (yo y los compañeros del coche) a Mas Duran. Somos de los primeros, y en lo que llega el resto de asistentes vamos conociendo la casa, el huerto, los alrededores… todo muy bucólico. Me encanta. Mientras tanto, la salvaje (en el buen sentido) Alba se dedica a agotar corriendo al perro de la familia.

Va llegando la gente con cuentagotas. Aunque es la primera vez que nos vemos la mayoría, creo que de alguna forma especial, nos sentimos como en casa. La tarde pasa entre agradables conversaciones y llega la cena. Como es lógico, el menú de todo el fin de semana es 100% paleo. Además los de la manada SABEN cómo se cocina. Oh, God. Quiero vivir aquí, ¡quiero que me adopten! :D

día 2, sábado

Nos levantamos prontito, al poco de salir el Sol; cuando Alba lleva ya un buen rato corriendo con el perro. Delicioso desayuno (¡ay qué rica la panceta!) y ya fuera, Robert Sánchez empieza a hablarnos sobre el Método Natural, el antimétodo de ejercicio físico. Es fascinante todo lo que cuenta, y sobre todo cómo lo cuenta. Se nota que lo vive, se nota todo lo que ha profundizado en él y cómo le ha calado. Transmite coherencia en cada gesto, en cada palabra.

Y por fin… empezamos a movernos. O mejor dicho, a no movernos: lo primero que practicamos son posturas de suelo. Distintas formas de sentarse y moverse en el suelo, y levantarse. Ya una vez en pie, reaprendemos de nuevo a estar de pie y caminar. Qué cosa tan simple. Y sin embargo pasamos la mayor parte de nuestra vida haciéndolo de forma antinatural. Por cierto, es una gozada sentir la hierba fresca en las plantas de los pies.

Yo en equilibrio - Créditos de las fotos: Alejandro Rodriguez Arenillas, Mas Duran y Robert SánchezDespués de eso vienen los equilibrios. Practicamos sobre unos tablones que los de la manada nos tenían preparados. Ahora con un pie, ahora con el otro, ahora ve para adelante, ahora para atrás, ahora cierra los ojos, ahora te caes. Vale, con calma, que esto es cosa de práctica. Y ya que te caes y estás en el suelo, aprovecha y aprende a gatear. Nunca imaginaba que hubiera tantas formas de gatear, ni lo divertido y eficiente que era. Y cansado. Mucho.

Y puesto que hemos practicado equilibrios, lo siguiente es practicar desequilibrios. O, dicho de otra forma, correr. Que en el fondo es un desequilibrio tras otro hasta que decides equilibrarte y paras. Por supuesto, cuando hablo de correr, hablo de correr descalzo. Y cuando hablo de correr descalzo, hablo de David Lampón. Nos va introduciendo al barefoot running con sencillos ejercicios, que todo el mundo ejecuta casi de forma natural. Es sorprendente cómo solo con quitarte las zapatillas, tu forma de correr cambia radicalmente y adoptas naturalmente la forma más eficiente de hacerlo.

Hacemos un pequeño descanso para comer algo ligero y tumbarnos sobre la hierba. Y es que, como bien nos recuerda Robert, descansar es el movimiento más repetido por el hombre a lo largo de su historia. Simplemente por ser el más eficiente en términos de gasto calórico. Así que en el fondo el sedentarismo es bueno… lo malo es cómo lo aplicamos.

Robert cargando peso - Créditos de las fotos: Alejandro Rodriguez Arenillas, Soy Manada y Robert SánchezTras el descanso hay que ponerse otra vez en movimiento. Y por la tarde lo primero que hacemos son los levantamientos de peso. Piedras, troncos, sacos… como si estuviéramos trabajando en una obra rústica, todos moviendo los materiales de un lado a otro. Y no solo moverlos, ¡también hay que lanzarlos!

Terminamos la sesión de ejercicios con algo que había levantado mucha expectación desde que llegamos a Mas Duran: ¡subir al palo! El denominado cariñosamente «el palo», viene a ser una portería casera echa con tres troncos y mucha maña. El objetivo: trepar para subir arriba de la forma más eficiente posible. Aprendimos varias formas, combinando fuerza bruta con momentum, de menos eficiencia a más, respectivamente.

Después de la jornada de entrenamiento intensivo, y con nuestros cuerpos ya bastante cansados, tocaba reunirse de nuevo alrededor de la mesa del salón de la casa. Allí pudimos hincarle el diente a un generoso y delicioso festín, amenizado por conversaciones muy interesantes y enriquecedoras. Tras la cena, y habiendo un par de guitarras en la casa, era inevitable lo que vino después…  Javigaar, un artistazo del dibujo y de la vida, haciéndonos cantar con su guitarra y su salero, mientras poco a poco alguno más de los presentes se anima a rasgar las cuerdas. Una velada mágica que se prolongó hasta bien entrada la noche (saltándonos los ciclos circadianos, ¡como si nada! :D).

día 3, domingo

Nos levantamos con algo de sueño por la velada del día anterior, pero con muchas ganas de seguir compartiendo experiencias. Hoy ya es el último día, y da pena que se acabe… pero se acaba a lo grande. Hoy viene Pau Oller a hablarnos de salud evolutiva, una charla por la que tenía bastante curiosidad, y me sorprendió más de lo que esperaba. Tanto por el contenido, como por el propio Pau: un ejemplo de conocimiento nacido de la inquietud y de humildad. Nos enseña ocho factores que ha descubierto que influyen directamente sobre la salud, y habla de cómo descuidar cualquiera de esos factores, incluso en pos de otros, nos acaba pasando factura. Nos aporta además algunas claves para mantenerlos bajo control y algunos marcadores que indican que algo falla. Realmente fascinante y muy útil.

Después de la charla, toca la despedida. Realmente dan ganas de quedarse allí… un lugar hermoso y rodeado de gente fabulosa. Sin duda, lo mejor del fin de semana: la gente, cada uno de ellos y todos en conjunto (que siempre suma más que la suma de las partes). Ha sido un fin de semana lleno de aprendizaje, buen humor y conexión. Buena onda. Ahora, toca esperar al 2º Fin de Semana Paleo ;)

Nota: las fotos pertenecen a Soy Manada, Robert Sánchez y Alejandro R. Arenillas. Puedes ver más fotos aquí y aquí.

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