Me quedan cuatro días.

El día 18 termina mi reto de hablar francés fluido en un mes. Aunque los días 17 y 18 es posible que apenas le dedique tiempo, ya que estaré descansando con mi chica. De hecho, durante este mes le he dedicado muchísimo menos tiempo del que en un principio había planeado. E incluso ha habido tres días en los que no he hecho absolutamente nada. Por decisión propia, eso sí.

A veces los planes son para eso: para saltárselos. Un plan nos da confianza, nos aporta los primeros pasos y nos ayuda a corregir cuando las cosas van mal. Un plan es como un contrato prematrimonial: está ahí para cuando dejamos de ser amigos… pero mientras nos llevemos bien, ¿qué falta hace? Cuando todo fluye, es mejor dejarse llevar. ¡Pero ojo! El plan debe estar siempre presente. Si ha dejado de ser útil, es mejor revisarlo. Si no, podemos correr el riesgo de perder de vista no solo el plan, sino también el objetivo.

 

Busca la verdad en tus propias experiencias. Absorbe lo que es útil para ti. Descarta lo que es inútil para ti. Agrega lo que es útil de tal manera que sea particularmente tuyo –Bruce Lee

 

Cuando comencé este reto me propuse utilizar varias herramientas de aprendizaje, sabiendo que con el tiempo iría descartando algunas de ellas. Después de la primera semana, la mayoría han quedado fuera. También me propuse dedicarle un tiempo importante cada día. Hablar francés fluido en un mes me parecía un reto bastante exigente, por lo que pensé en dedicar al aprendizaje activo al menos 2 horas al día, y todas las que pudiera de aprendizaje pasivo.

Y bien… la primera semana casi lo consigo :D.

Durante el resto del tiempo, la media de tiempo que le he dedicado al método de aprender sin estudiar cada día ha sido de unos 35-40 minutos. A lo que he añadido unas 2-3 horas de escucha pasiva.

¿Cuál es el resultado hasta ahora?

Mejor de lo que me esperaba. Y mucho mejor de lo que jamás pensé que podría conseguir con tan poco tiempo dedicado. Es por eso por lo que me he relajado tanto…

La primera semana ya observé un avance asombroso. Y hace unos días tuve una experiencia muy curiosa. El jueves me desperté pensando y hablando francés con una fluidez que no me podía creer. Lo hacía al mismo ritmo que cuando pienso o hablo en español. Desgraciadamente al cabo del día se fue disipando esa agilidad mental francófona. Pero me dije: si dentro de tres meses soy capaz de hablar francés como lo estoy haciendo ahora, me doy con un canto en los dientes :D.

¿Sabes lo que hice para conseguir esa fluidez?

Nada más sencillo: hablar. Hasta el día anterior no había pasado tanto tiempo hablando francés. Pero ese día tuve dos conversaciones en francés, en las que hablé durante más de hora y media, en total. Me acosté pensando en francés, con una pequeña inducción de autohipnosis para grabar en mi mente todo lo aprendido durante el día. Y durante los sueños nuestra mente hace maravillas. Por eso es tan importante el descanso.

¿Errores? ¡No, aprendizaje!

Durante estas tres semanas de reto, he tenido varios errores a la hora de llevar a cabo mis planes. Errores aceptables, eso sí. Tengo que reconocer que este reto no ha sido mi foco principal en este tiempo. De eso hablaré en un momento. Este reto ha sido para mí puro y duro aprendizaje. No ya de francés, que eso es evidente, sino de otras muchas habilidades personales que comentaba en el primer artículo de la serie.

Creo que ha sido muy positivo de cara a enfrentar otros objetivos más importantes para mí.

Mi disciplina sin duda ha aumentado muchísimo en este mes. Sin embargo, la disciplina es un músculo que hay que ejercitar continuamente, y me he dado cuenta de que en cuanto dejas de entrenarlo, puedes perder parte de esa fuerza.

He sido mucho más consciente de la necesidad de un buen plan y de cómo éste debe ser flexible. Es básicamente lo que comentaba al principio. Sobre todo, he podido observar muchos detalles a mejorar en mi forma de planificar mis objetivos.

Por ejemplo, al ver mis primeros avances mi ambición ha disminuido bastante. Eso, unido a que no programé específicamente el tiempo que iba a dedicarle al aprendizaje activo de la lengua, es lo que ha hecho que le dedique mucho menos tiempo del esperado. Mis resultados podían haber sido mucho mejores, por supuesto. Sin embargo, esto no acaba el día 18. Este reto ha provocado que me encante una lengua por la que sentía cierto rechazo, por lo que seguiré con ella, a un ritmo más relajado (aún).

Otra cosa que no he hecho y me parece importante es el buscar ese viaje que pretendía hacer al poco de terminar. Sinceramente, no lo he hecho en parte por despiste, y en parte porque de aquí hasta julio tengo mucho trabajo de un par de proyectos que me ilusionan y que son totalmente prioritarios para mí. Además, no lo he necesitado para motivarme, porque como digo, le he cogido gusto a la lengua gala por sí sola.

Un error importante es que mi autoexigencia ha ido aumentando cada día, a medida que sabía comunicarme mejor. En ocasiones, unido a querer ir a lo práctico, esto ha provocado que hablara menos en francés de lo que debería. Esa autoexigencia es muy importante trabajarla y controlarla en el aprendizaje de una lengua, o de cualquier habilidad.

Con lo que más he alucinado de estas tres semanas es con la diferencia abismal que hay entre aprender las cosas de una forma totalmente nueva, o aprenderlas de la forma tradicional. Aunque ya conocía algunos de estos métodos que se salen de lo habitual, cada día me sorprende más que la enseñanza tradicional no los aplique. ¿Se puede aprender a hablar francés en un mes? Absolutamente. Igual que casi cualquier otra lengua.

Recuerdo al/la lector/a que me estoy refiriendo en todo momento a hablar, no a leer, comprender ni escribir. Todo está relacionado, pero cada habilidad requiere de un tiempo y un método distintos para ser asimilada. Lo más difícil de todo, sin duda, es comprender a otra persona. Sí, se puede conseguir en un tiempo breve, pero requiere mucha dedicación.

Todo es cuestión de prioridades

Elegí comenzar este reto en un momento complicado, de mucho trabajo. No es en absoluto una excusa, porque he sido persistente con ello. Pero he tenido otras prioridades, y en algunos momentos ha sido agotador.

Al poco de comenzar el reto, escribía sobre las excusas que utilizamos para no hacer algo. Y realmente lo pienso así. Si no estás haciendo algo es porque realmente no quieres hacerlo, porque tienes otras prioridades, porque te da miedo, o porque no confías en ti. Da igual la excusa que utilices, el tiempo pasa igual para todos.

El paso del tiempo es una de las cosas que más me preocupan. Tempus fugit, y no hay vuelta atrás. Por eso para mí es muy importante dedicarlo a las cosas que de verdad me aportan algo. La gestión del tiempo nunca fue una de mis virtudes, y es algo que he conseguido mejorar durante estas semanas. Sin embargo, todavía me queda mucho por mejorar y aprender.

Quien no es capaz de administrar bien su tiempo no será capaz de administrar nada en su vida.Peter Drucker

Si no estás dedicando tu tiempo a lo que de verdad es importante, a tus prioridades, deberías replantearte muy seriamente tu día a día. 

Ayer dediqué el día completo a revisar mis valores, mis principios y mis objetivos. Es mi forma de evaluar si estoy dedicando mi tiempo a lo que es realmente importante para mí. Estuve revisando mi manifiesto de vida, que estoy simplificando y redefiniendo continuamente. Me parece una buena guía a la hora de programar mi tiempo. ¿Alguna vez te has planteado escribir el tuyo?

Últimamente escribo muy poco en el blog en parte por esa gestión del tiempo que tengo que mejorar. Pero, sobre todo, debido a que mi prioridad en este momento son esos proyectos en los que me he embarcado.

Uno de los objetivos que me propuse para este año es ponerme en la pista para la Libertad Financiera. Creo que las previsiones son mucho mejores de las que esperaba, pero aún queda mucho camino por recorrer. Me encantaría compartir lo que estoy haciendo y mis resultados, así que muy pronto comenzaré a hacerlo.

El otro proyecto que me tiene ocupado e ilusionado es poder llevar esta forma revolucionaria de aprender idiomas a muchísima gente. Gracias al método de Inglés Sin Estudiar que ha creado y perfeccionado Ángel Briones y del que estoy siendo partícipe, creo que conseguiremos hacerlo. Estamos trabajando mucho para sacarlo a la luz lo antes posible, y en breve publicaré aquí cómo podrás por fin hablar inglés de una vez por todas.

¿Te parecen interesantes estos proyectos? ¿Alguna vez has conocido a alguien que aprendiera idiomas casi sin esfuerzo? ¿Te gustaría saber más sobre todo esto? Suscríbete ahora a mi newsletter para estar al día de las novedades que vaya publicando ;)