Escribo un poco tarde esta entrada, ya que he priorizado otras cosas esta semana.

Una de las cosas que incluyo en mi nuevo hábito de #LunesSimple es la limpieza de tareas pendientes o atrasadas. Al menos, de las que me lleven poco tiempo. A veces vamos retrasando ciertas tareas, bien por no darles importancia frente a otras, bien por procrastinar. Para poder avanzar es importante ir dejando atrás lo antiguo. Y en mi caso había varias tareas pendientes que necesitaba dejar cerradas. Lo primero que hago para resolver esto es evaluar si esas tareas voy a hacerlas o no. Hago un listado con todas las que sí voy a hacer, y las que no, las desecho. Y entonces, sabiendo que ese día voy a dedicarlo solo a eso, empiezo por la primera hasta terminarla. Continúo por la siguiente, etcétera. Solo una cosa a la vez. Si empiezo a hacer varias cosas a la vez, dejaría de ser un #LunesSimple, y no se trata solo de hacer limpieza, sino también de practicar el estar en el ahora.

Este lunes dejé cerrada mi etapa como diseñador gráfico y desarrollador web. Al menos de forma profesional. Cuando dejé mi trabajo estable por cuenta ajena, hace ya año y medio, tenía claro que mi futuro profesional ideal pasaba por dejar de trabajar con un ordenador. Y hacia eso me he ido dirigiendo. Es evidente que el ordenador lo seguiré utilizando, pero no como la herramienta principal e imprescindible de mi trabajo. Y este lunes puedo decir que he cerrado esa etapa: he hecho mi última página web y mi último trabajo de diseño editorial.

A pesar de ello, soy consciente de que no lo abandono del todo. Si algún día encuentro un proyecto que me motive para desarrollar una web, diseño de papelería, de imagen corporativa, … sé que disfrutaré haciéndolo. Pero a partir de ahora me quedaré con la parte conceptual, que es la que más disfruto. La parte técnica va a ser más difícil que la retome.

Dicho esto, termino haciendo incapié en el proceso de limpiar tus tareas pendientes:

  1. Lista todas las tareas pendientes que tengas
  2. Decide cuales quieres hacer y cuales puedes no hacer
  3. Haz una lista con las que sí vas a hacer
  4. Hazlas, una por una; solo una cosa a la vez, estando presente y con foco en esa tarea
  5. ¡Celébralo!

Si lo haces regularmente, procrastinarás menos y tendrás la mente más despejada para enfocarte en las cosas importantes que quieres hacer. ¿Tienes una lista de tareas atrasadas que te generan ansiedad? ¿A qué esperas? Empieza ahora o marca en tu agenda un día para dedicarlo exclusivamente a esas tareas. ¡Pero hazlo ahora!

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.