Creo que hace tiempo que nadie confía demasiado en que tenemos a la generación más preparada de la historia…

Tal vez sea cierto. Pero, ¿preparada para qué? ¿Para un mundo que ha dejado de existir?

No quiero ser cínico, ni pesimista. Creo que la preparación está bien. Solo le veo un problema, común a toda la educación: nos preparan para pasar a ser uno más en el engranaje industrial. Con pocas excepciones. Y solo aquellos educados en la innovación, la creatividad y la gestión del cambio son los que salen adelante.

Conozco a gente preparadísima en lo que a estudios se refiere, y que se atan como nadie a la seguridad. Con una mente cuadriculada y poco espíritu emprendedor. Creen que por haber estudiado cinco, seis, ocho años, tienen que dárselo todo hecho. «Yo ya he hecho mi trabajo, así que mundo, dame mi recompensa«. Perdona, bonico, pero todavía no siquiera has empezado. El mundo real es más que tus libros, tus clases y tus prácticas. Es más que tú, tú, tú. ¿Qué valor has aportado tú al mundo para que te te deba algo? Haber sacado una carrera es algo individual, algo que la sociedad te ha dado. Has podido enriquecer tu mente con una cultura que se ha transmitido a lo largo de generaciones. Así que, ¿cómo vas a devolver el favor?

Pero, por favor, no te desanimes. Simplemente cambia el chip. La adaptación es la cualidad de los que sobreviven. No es ser más rápido, ni más fuerte, ni más listo. Es la adaptación la característica más deseable. De lo contrario, con suerte, podrás aplicar eso de vive de tus padres hasta que puedas vivir de tus hijos. O si le coges el gusto a estudiar, podrás aspirar a no salir de la universidad y llegar a ser un catedrático de esos que nunca han estado en una empresa, y te enseñan cómo trabajar en una. No está mal, si es lo que quieres.

Pero en el mundo real, cada día empiezas de cero.

Aprende, hazte el mejor, y sal ahí fuera a darlo todo. No dependas de lo que te den: gánatelo.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.