Hoy comienza el cuarto día de mi reto de hablar francés fluido en un mes, sin estudiar. Estoy realmente sorprendido de mis avances en tan poco tiempo. Puedo decir sin pudor que después de tres días hablo mejor francés, de lo que hablo el alemán después de haberlo estudiado en la Escuela Oficial de Idiomas durante dos años (y haber pasado más de 20 días en Alemania, Suiza y Austria). Considerando que oficialmente tengo el nivel A2 de alemán, ¿Qué he hecho estos días para poder afirmar esto?

Tal vez no sea esa la pregunta correcta. Creo que debería preguntarme es: ¿qué hice durante esos dos años para tener un nivel de alemán tan limitado (e inútil)?

Muy sencillo. Hice lo que hace todo el mundo. Comencé a estudiar el idioma como un adulto, en vez de como un niño. Comencé la casa por el tejado. Busqué la comprensión antes de la acción, empecé por estudiar en vez de por aprender.

No era capaz de decir una frase completa de forma fluida porque tenía que pensar en un montón de cosas. Eso hacía que me sintiera inseguro, y me preocupaba hacer el ridículo. Además, buscaba en el diccionario cada palabra que leía para saber su significado. En ningún momento me salió de forma natural, salvo un par de expresiones muy comunes. Me frustaba.

Sin embargo, esta vez decidí tomar otro camino… y de momento me está yendo bien, très bien.

 

Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo, 
Yo tomé el menos transitado, 
Y eso hizo toda la diferencia.
Robert Frost

 

He estado tres días siguiendo el método I.S.E. de Inglés Sin Estudiar de Ángel Francisco Briones, utilizando también otras estrategias de aprendizaje acelerado y mis conocimientos de coaching y autohipnosis. Como ya decía cuando inicié el reto, estoy seguro de que aprenderé mucho más que francés. Y así está siendo.

Por ejemplo, estoy saliendo todos los días de mi zona de confort. Con esto no me refiero solo a publicar videos, o de repetir en voz alta frases en francés por el parque, aunque tenga gente cerca (creo que la mayoría piensan que estoy hablando con el manos libres del móvil, jaja). Se trata de romper con mis paradigmas sobre el aprendizaje, y de darme cuenta de cómo atreverse a hacer las cosas y no perderse haciendo planes. Los planes son necesarios, pero dejan de ser útiles cuando solo se planifica y no se pasa a la acción.

 

Excusas, excusas…

Estos tres días me he dado cuenta de que eso de la falta de tiempo es una excusa como un piano. Ya lo sabía, pero ahora lo refuerzo. Si de verdad quieres hacer algo, lo haces. Estos tres días he tenido más trabajo que en casi todos los meses precedentes, y las próximas semanas se presentan similares. Es verdad que sarna con gusto no pica, pero podría escudarme en todo ese trabajo y decir que no tengo tiempo… sería una excusa excelente por si fracaso. Pero no, señores y señoras, las excusas son formas de desviar la responsabilidad de nuestras acciones a elementos ajenos a nosotros. Si quieres hacer algo, lo haces. Si no, no lo hagas, pero no pongas excusas.

Y siento decirlo, pero el miedo es una excusa. Si tienes miedo, aprende a superarlo. No tiene que ser de un día para otro, y no tienes porque encararlo a lo loco. Puedes empezar, por ejemplo, por:

  • leer un libro. Los hay a montones, pero no te quedes solo en su lectura;
  • hacer algo que te dé un poquito de miedo pero que puedas hacer, para ir gradualmente haciendo cosas que te dan más miedo;
  • o contratar un coach ;).

Son pequeños ejemplos, ya sabes que a menudo escribo sobre el miedo. Voy a repetir lo que he dicho porque creo que es de suma importancia:

EL MIEDO ES UNA EXCUSA.

Así lo veo, así lo siento. Yo también tengo miedo, y muchos que aún me superan. Pero cada día me vuelvo más fuerte para superarlos. Mais… estábamos hablando de francés, ¿verdad?

 

Aprendiendo más que francés

La inmersión es una decisión. Y aunque ya lo he dicho otras veces, lo repito. Estos tres días tengo el francés como cantinela de fondo todo el tiempo que puedo. Adapto lo que escucho a lo que esté haciendo. Por ejemplo, escucho un podcast de cocina mientras cocino y como. Pero sin estar atento a él. Únicamente lo dejo mientras hago mi vida. Poco a poco voy pillando la musicalidad, alguna palabra…

Lo que creo que más está marcando la diferencia para tener esa musicalidad del idioma es esforzarme por pensar en francés o con acento francés. También al hablar con otros. Esto es más difícil, porque te sientes algo idiota al principio, pero me voy soltando poco a poco. Ya he mantenido alguna conversación en francés y me he sentido relativamente cómodo. He utilizado el español únicamente para adivinar vocabulario, y cuando lo he usado lo he hecho con acento francés. Evidentemente he hablado muy lento, pero eso me está ayudando también a tener paciencia y pensar antes de hablar, algo que puedo aplicar al castellano.

Ayer comencé a leer un libro a la vez que escuchaba el audio. Me ha venido bien para asociar los sonidos a las palabras escritas; porque de momento empiezo a defenderme hablando, pero escribir me cuesta mucho más. Igual que un niño cuando aprende un idioma.

Cada día aparece más gente que me sorprende hablando en francés. No tenía ni idea de que a mi alrededor había tanta gente que supiera francés, sea poco o mucho. Lo que más me motiva es que ya hay muchas personas que están animándose a retomar su francés, e incluso a darle por fin un empujón a su inglés. Saber que no soy el único que se beneficia de este reto de aprendizaje me da más energía para seguir con él.

Y, hablando de energía… desde que comencé tengo mucha más energía y me levanto de la cama como impulsado por un resorte. Es la energía que te da el hacer algo que disfrutas, pero no voy a atribuirle el mérito únicamente a esto. Tengo varios proyectos abiertos y la autohipnosis me está ayudando a fortalecer mi determinación y disciplina. Sí, la disciplina se entrena. ¡Y es muy útil, por cierto, para encarar el miedo!

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