¿2024? Sí, has leído bien; no me he equivocado de año en el título. Estos días es muy normal pensar, hablar y escribir sobre nuestros propósitos de año nuevo. Muchos de esos propósitos los venimos arrastrando de años anteriores… pero este año ya toca, ¡eh! ¡de este no pasa! ¿seguro…? Un error muy frecuente en la planificación de nuestras metas es que nos dé un subidón de motivación y creer que el año que entra vamos a cumplir, por fin, todas esas cosas que llevamos tanto tiempo retrasando. Así, todas de golpe. Porque yo lo valgo.

Tony Robbins, en uno de sus libros, recoge algo con lo que no puedo estar más de acuerdo, ya que he caído muchas veces en ello: sobreestimamos lo que podemos hacer en un solo año, pero subestimamos lo que podemos hacer en toda una década. Es un error en el caemos continuamente, sobre todo a la hora de planificar nuestro año. Está genial plantearse metas a un año vista, pero ¿qué tal si empezamos a planificar con mucho más tiempo por delante? Empezaremos a ver que nuestras metas se cumplen más a menudo y nuestros sueños de repente parecerán mucho más realistas y alcanzables. Tendemos a ser impacientes con nuestros objetivos: lo queremos todo para ya. Sin embargo, ser conscientes de qué podemos hacer realmente en un año y qué en una década, nos va a permitir trabajar mejor en nuestras metas.

Por eso te animo a que salgas de esa forma tan encorsetada de pensar (a solo un año vista) y comiences a pensar en todo lo que puedes hacer en diez años si comienzas ahora. Eso no quiere decir que tus metas vayan a tardar diez años en cumplirse. ¡Ni mucho menos! Obviamente, tendrás metas a mucho más corto plazo (una semana, tres meses, dos años…). Pero si empiezas a pensar de esa forma, te agobiarás mucho menos ya que verás con otros ojos los avances que vas haciendo. Y, además, distribuirás tus objetivos de forma mucho más realista y ecológica con el resto de tu vida (esto es, para que todos los elementos de tu vida convivan en armonía en vez de dedicarle demasiado tiempo a una sola cosa).

2014 es el primer año del resto de tu vida. 2014 es el comienzo de todas esas grandes cosas que habrás conseguido antes del 2024. ¿Por dónde vas a empezar?

Las metas para cumplir en diez años son mucho más ambiciosas que las que puedes proponerte en un solo año. Por eso, te propongo un ejercicio para que empieces a soñar a lo grande:

Tus 100 sueños

Este ejercicio me lo sugirió mi coach, en un momento en el que parecía que había parado de soñar. Es mágico, y no tan fácil como pueda parecer… se trata, ni más ni menos, que de hacer una lista de 100 sueños que te gustaría ver cumplidos. Déjate llevar, no juzgues, solo sueña. Es importante que termines la lista y no pares hasta tener esos 100 sueños (o más). Escribe lo que te venga, ya sean cosas surrealistas (como montar en unicornio), o cosas más factibles (por ejemplo ser el alcalde de tu localidad). Pero atrévete a soñar a lo grande. No pases ningún filtro a esos sueños, por ahora. Solo sueña, y escribe.

Una vez que hayas terminado esa gran lista de 100 sueños, es el momento de hacer criba. Ahora sí, toca poner los pies en la Tierra. Es una lástima, pero de momento me temo que deberías olvidarte de montar en unicornio. Repasa tu lista y subraya (mejor si es con otro color) todos aquellos que podrías llegar a cumplir, por difíciles que parezcan. Quédate con al menos 10 o 12 sueños.

En un segundo repaso, de todos esos sueños que habías subrayado, rodea con un círculo (utiliza otro color diferente) aquellos sueños que de verdad te apetezca ir a por ellos. Aquellos a los que le dedicarías una parte importante de tu tiempo y recursos para verlos cumplidos. Aquellos con los que de verdad podrías comprometerte.

Ahora, pasa esos sueños a una segunda lista, y dedica un tiempo a pensar de forma realista en cuánto tiempo te llevaría cada uno, teniendo en cuenta los requisitos necesarios para que se cumplan. Te puede ayudar el definirlos como enseñaba en este artículo. No olvides que si te decides a cumplir varios de esos sueños, seguramente no puedas solaparlos todos a la vez. Por eso tener ese margen de una década te ayudará a planificarlo mejor. Otra cosa a tener en cuenta es la prioridad que asignas a cada una de esas metas. Es posible que alguna de ellas influya muy positivamente en las demás. Es decir, que cumpliendo una haya otras que se beneficien, y te resulte mucho más fácil llevarlas a cabo. Si detectas alguna que cumpla esta característica, te ahorrarás mucho tiempo y esfuerzo.

Después de haber hecho este ejercicio, posiblemente estarás en condiciones de comenzar a perseguir esos sueños. Ahora toca dar el primer paso y centrarte únicamente en la meta que tienes entre manos. Ahora te será mucho más fácil hacerlo, ya que el resto de metas sabrás que tienen su momento, y hasta que no llegue no comenzarás a trabajar en ellas. Disfruta del camino y de todo lo que vayas consiguiendo.

Haz más de lo que te gusta

Y si te apetece centrarte en los pequeños detalles, hay algo que te ayudará a disfrutar más cada día, a partir de ahora. ¿Recuerdas la lista que te proponía antes de que terminara el año 2013? Si aún no la has hecho, estás a tiempo. Cuando lo tengas, repasa tu lista y pregúntate: ¿qué voy a hacer a partir de hoy para tener en mi vida más a menudo momentos como los apuntados en esa lista? No solo pienses, escribe. Convierte esos pensamientos en una guía de actuación para que, al final de cada año, esa lista sea aún mejor.

Estoy seguro que muchas de las cosas de esa lista tratan de compartir, ¿verdad? ¡Pues no esperes más! Comparte ahora este artículo ;)