Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces sabes incluso menos que antes.

–Confucio

Pero, ¿lo sabes? En el artículo anterior hablaba sobre la necesidad de aceptar nuestra propia responsabilidad para con la vida que queremos vivir. A veces aceptas esa responsabilidad y aceptas que si quieres empezar a vivir como te gustaría has de ser tú el que comience a trabajar para ello, pero a pesar de eso te bloqueas porque no sabes por dónde empezar. Y, entonces, te quedas en el mismo punto, estancado/a.

Dicen que si quieres, puedes. O que si puedes soñarlo, puedes hacerlo. A menudo nos llegan mensajes de ese tipo (solo tienes que ver la foto que encabeza esta entrada :P). Son mensajes que nos vienen a decir que donde realmente hay una voluntad de hacer algo, hay un camino.

Es un concepto muy motivador, desde luego. Suena muy bonito. Pero, ¿qué pasa cuando tienes esa voluntad, pero no encuentras el camino? A veces la mejor forma de encontrar ese camino es no buscarlo, perderse. Como dice Seth Godin, la mejor manera de avanzar es tomar el camino equivocado. Es posible que cuando tomes el camino equivocado y te des cuenta, corras rápidamente hacia el camino correcto. Pero no siempre es así; por eso, en esta entrada y algunas sucesivas voy a tratar algo que por obvio que parezca, poca gente hace. Sin embargo, es algo básico para poder alcanzar nuestros sueños y metas: definir el objetivo y hacer un plan. Es tan de cajón, que hasta da casi vergüenza decirlo. Un plan, una hoja de ruta, un mapa… si no sabes a dónde vas, ni por dónde se va, ¿cómo vas a llegar?

Aunque seas de las personas que suelen definir sus objetivos y hacer planes, te recomiendo que leas el artículo. Es posible que encuentres alguna idea interesante, o comprendas por qué funciona tan bien el hacerlo.

Hay muchas formas de hacer planes, y no todas funcionan igual de bien. Así que en esta serie de artículos veremos qué es lo que funciona y qué es lo que no.

La importancia de hacer planes

¿Sabías que está demostrado que hacer planes influye positivamente en la felicidad? La razón de esto reside en la anticipación. Aprovechando los días en los que estamos… ¿recuerdas cuando eras pequeño y se acercaba la Navidad? Probablemente estarías emocionado por abrir tus regalos, ¿verdad?

Se ha demostrado que la anticipación puede ser una emoción positiva muy poderosa. Normalmente disfrutamos más de todo lo que imaginamos en nuestro futuro, que de los momentos de nuestro pasado. Por pequeña que sea la meta que tengamos, esa anticipación que la precede, y de la que bebe la motivación, nos puede aportar mucha felicidad.

Todo gran sueño comienza con un soñador.

–Harriet Tubman

Un soñador que tiene claro lo que quiere y hace un plan para conseguirlo, añado. Como dice W. Dyer, estás a un pensamiento de conseguir lo que quieres.  Así que vamos a elaborar ese pensamiento.

Antes de empezar –revisa tu objetivo

¿Recuerdas lo de ser responsable de tu propia vida? Por si no lo has adivinado, eso implica que tus objetivos deben depender de ti. Aunque haya otras personas implicadas, tu objetivo no debe depender de nadie más que de ti mismo/a. Incluso cuando necesitas la colaboración de alguien, depende de ti el conseguirla; o, en su defecto, encontrar una alternativa sin esa colaboración. Después hablaremos de esas alternativas.

Cualquier cosa que te propongas hacer debe ser lo suficientemente estimulante para que te motive a continuar incluso en momentos de flaqueza. A veces, soñamos tan a la baja que ni siquiera nos motiva alcanzar esos sueños. Pero tampoco hay que pasarse: tu sueño debe ser algo realista. Entendiendo realista por humanamente alcanzable. Que sea un objetivo que puedas conseguir no implica que debas ponerte el listón por los suelos desde el principio; dejará de motivarte y no lo conseguirás.

Es una gran idea que de ese objetivo se beneficien otras personas. Nuestras necesidades psicológicas de afecto, reconocimiento y contribución se verán gratamente recompensadas, empujándonos en su consecución.

Además, es recomendable que antes de nada pienses para qué quieres alcanzar tu meta, cumplir tu sueño. Y esto aplica desde para perder tres kilos, hasta para ganar tres millones de euros al año, por poner un par de ejemplos. ¿Por qué? Te hará conectar con tu propósito, con lo que de verdad quieres satisfacer con ese sueño. Pero no solo eso, también te hará darte cuenta de si tus motivaciones son internas (es algo que me apetece desde hace mucho; es un viejo sueño; es algo que se me ha ocurrido y me parece genial…) o externas (me han dicho que…; es lo que se suele hacer; me querrán o valorarán más si lo hago; he leído que…; tengo que…). A ver si adivinas cual de los dos tipos de motivación es el que funciona mejor ;)

Antes de continuar, un inciso: si realmente tus motivaciones son externas… te aconsejo que te replantees ponerte en marcha. El fracaso está asegurado. Quizá llegues a donde te habías propuesto, pero no se trata solo de eso: se trata de disfrutar del camino, del disfrutar de la meta. Y si tu sueño ni siquiera es tuyo… el fracaso lo llevarás por dentro. Busca cuales son las motivaciones internas para hacerlo. Si no las encuentras, déjalo ahora que estás a tiempo. Estoy seguro que dentro de ti hay un sueño que realmente quieres cumplir. . Porque sí, porque quieres, porque puedes, porque te apetece. Habiendo avisado de esto, podemos continuar…

Definiendo el objetivo

Para llevar a cabo esta tarea necesitarás papel y boli. Es muy importante ponerlo por escrito, no vale con solo pensarlo. ¿Por qué? Porque nuestros pensamientos son muy circulares, y hasta que no los pones a rodar en el papel no consigues definirlos. Pero, sobre todo, porque una vez escritos podrás revisarlos, tenerlos presentes y centrarte en ellos sin despistarte. Parece absurdo, pero es así: nuestros objetivos se nos olvidan o los deformamos a medida que pasa el tiempo. Tenerlos por escrito te permitirá tener una guía de actuación a la hora de tomar ciertas decisiones.

Existe una técnica de definición de objetivos que se utiliza habitualmente en Coaching. Se trata de la técnica SMART. Es el acrónimo en inglés de algunas de las condiciones que debe cumplir un objetivo bien definido: eSpecífico, Medible, Alcanzable, Retador y con un Tiempo definido. Vamos a ayudarnos de esa técnica junto con alguna otra para lo que tenemos entre manos.

Lo que vas a hacer ahora, para concretar tu meta, es responder a las preguntas que planteo a continuación. Procura ser muy minucioso/a, no te quedes en lo abstracto y ve al detalle.

  1.  ¿Qué es lo que quieres, específicamente? (Recuerda ser muy concreto: quiero trabajar de fotógrafo de interiores para una revista online en Europa; quiero pesar menos de 54kg y correr 10km por debajo de los 55 minutos). Dos consideraciones a la hora de responder a esta pregunta: tu objetivo debe estar expresado en positivo, y procura que implique acercarse a algo, en vez de alejarse de algo.
  2.  ¿Cómo lo quieres, concretamente? Recréate en los detalles de cómo te gustaría que fuera.
  3.  ¿Dónde? En qué lugares o aspectos de tu vida tiene consideración tu objetivo.
  4.  ¿Cuándo? ¿Cuando lo conseguirás? Define una fecha concreta. ¿Es un hábito? ¿Ocurrirá una sola vez? Establecer fechas tanto para el cumplimiento de tu meta final, como de todos los pasos intermedios, te ayuda a tenerlos más presentes y saber qué hacer en cada momento. De alguna forma, te fuerza a conseguirlo. ¿En el colegio preferías los exámenes con una fecha clara, o los exámenes sorpresa? Pues eso.
  5.  ¿Quién? ¿Con quién o para quién lo harás? Si aplica, recuerda que un objetivo del que se beneficien otras personas suele ser muy motivante.
  6.  ¿Cuánto cuesta? Ya sea tiempo, dinero, esfuerzo… hay una definición para coste que dice así: El coste de las cosas no es lo que pagas por ellas, sino lo que sacrificas para obtenerlas. Contempla aquí no solo lo que tendrás que hacer para conseguirlo, sino también lo que dejarás de hacer.
  7.  ¿Cómo vas a medir tus resultados? Tanto de tu meta final como de los puntos intermedios: ¿cómo sabrás concretamente que vas por el buen camino? O, incluso, ¿cómo sabrás exactamente que has cumplido tu sueño? Parece una tontería, pero a menudo no nos damos cuenta de que ya hemos cumplido con creces algo que nos propusimos hace tiempo. La razón es que a medida que vamos avanzando y mejorando, vamos siendo más ambiciosos/as y nos acostumbramos a poner nuestra meta por delante de nosotros/as. Un beneficio asociado, además, a tener una pauta concreta para medir nuestro éxito es que nos ayuda a saber cuándo hay que celebrarlo. Y celebrar, mola.
  8. ¿Hay alguna persona o área de tu vida que pueda salir perjudicada? Esta pregunta pocas veces se tiene en consideración. Sin embargo, es posible que alcanzar tu sueño tenga implicaciones negativas para otra persona de tu entorno a la que aprecies, o que te obligue a descuidar áreas de tu vida que consideras importantes. Si es así, deberías replantear tu objetivo. Dale una vuelta, seguro que encuentras la forma de hacerlo compatible.
  9.  ¿Por qué? ¿Cuáles son tus razones y motivaciones? Recuerda lo que he comentado arriba sobre las motivaciones internas y externas.
  10.  ¿Para qué? Piensa en tu propósito. ¿Qué buscas obtener o a qué quieres llegar cumpliendo tu objetivo? Déjate llevar, y no te quedes en la primera respuesta. Con cada una, sigue preguntándote ¿para qué? de esa respuesta, hasta que ya no haya ninguno más. Cuando hayas terminado, escribe tu conclusión; pero esta vez de forma muy clara y sencilla (te servirá para repasarla más adelante). De hecho, ¿por qué no lo escribes en 140 caracteres y me envías un tuit? ;).

Es posible que esta última pregunta te haga darte cuenta de que realmente tu sueño es una forma para alcanzar alguna otra cosa. Para tener más en tu vida de algo que anhelas, vivir según uno de tus valores, o cubrir una cierta necesidad. Si es así, quizá te des cuenta de que hay muchas formas de alcanzar eso que buscas. Esto es una gran ventaja para ti, porque a partir de ahora sabrás que no puedes fallar, ya que hay muchos caminos diferentes para llegar al mismo sitio.

Cuando termines de contestar a estas preguntas, te recomiendo que crees un mapa mental a modo de esquema de todo lo que hayas respondido. Te ayudará a grabarlo en tu mente para recordarlo mejor, y podrás revisar tus objetivos de un solo vistazo. Especialmente útil si eres una persona muy visual. Nota: si no conoces los mapas mentales, te recomiendo el libro de Tony Buzan, Cómo crear mapas mentales.

Bonus: definir guías de actuación

Hay una estrategia que conviene definir ahora que estás al comienzo de tu camino para alcanzar tu sueño. A menudo, aunque hayamos planeado lo que queremos hacer, dejamos muchas cosas a la improvisación. Ante ciertas situaciones, ya sean concretas o más generales, no solemos tener una guía clara de actuación. Y eso puede hacer que nos desviemos de la dirección en la que vamos, que dispersemos nuestros esfuerzos o, incluso, que pensemos en tirar la toalla.

Por eso es muy importante pensar en situaciones que pueden alejarte de ese camino que vas a recorrer. Evidentemente, es imposible pensar en todas las situaciones, y quizá tampoco práctico. Pero hay ciertas situaciones que probablemente sepas de antemano que pueden alejarte de tu objetivo y conviene establecer desde el principio un plan de actuación para cuando se presenten. Sencillamente, si prevés que se puede dar una situación de este estilo, crea un plan para resolverla. Lo más eficaz, sin duda, es pensar en todos los posibles obstáculos que se te van a presentar.

Recuerda

Tus objetivos deben:

  • Depender de ti;
  • ser realistas pero estimulantes, con motivaciones internas;
  • estar puestos por escrito;
  • ser específicos y con resultados fáciles de medir;
  • estar acotados en el tiempo.

Y, por si en algún momento has sentido como una obligación el definir tus objetivos, creyendo que será algo inamovible y eso te quitará libertad… déjame decirte una cosa: eres libre de mandarlos a tomar por c*** en cualquier momento, cambiar de rumbo y hacer una cosa radicalmente distinta. O no. Pero si quieres conseguir algo, debes comprometerte con ello. Y para eso es indispensable hacer planes.

En las batallas te das cuenta de que los planes son inservibles, pero hacer planes indispensable.

–Eisenhower

Estoy casi seguro de que has llegado hasta aquí y lo único que has hecho ha sido leer. Así que ahora llega el momento de entrar en acción, ¿qué esperabas? Seguro que tienes papel y boli a mano, incluso puede que hasta rotus de colores. Esto te llevará un rato, así que si ahora no puedes, piensa en qué momento vas a hacerlo. Ponte un recordatorio ahora, y hazlo. Pero si puedes hacerlo ahora, no esperes más; por obvio o simple que te parezca, definir tus objetivos por escrito te acercará más a ellos.

P.S. Por cierto, quedo a la espera de ese tuit ;) (Puedes enviarlo directamente desde aquí abajo)